
Cuando un inversor espera que el precio de unas acciones suba en el futuro, las compra para más tarde venderlas a un precio mayor y de ahí obtener sus ganancias. Ésta es digamos la fórmula tradicional para invertir, siguiendo la naturaleza de los mercados. Esto es, lo que se llama en la jerga financiera invertir en largo.
Pero ¿qué ocurre cuando el mercado y la economía presentan periodos de crisis o recesión y no se espera que el precio de los activos suba? En estos tiempos también se puede ganar dinero con otros métodos como son las operaciones en corto.
Invertir en corto significa invertir capital sobre un activo cuando se espera que el precio de éste baje. En ese caso se abre la posición vendiendo el activo (digamos las acciones) para comprarlas en el futuro a un precio más bajo. De aquí el inversor obtiene su ganancia.
Actualmente existen una serie de productos financieros que permiten estas operativas como los futuros, los warrants o los CFDs (Contratos por Diferencias). Dentro de estos, son los CFDs los que ofrecen una mayor gama de activos sobre los que invertir: acciones, índices, materias primas, divisas, etc.
El método para invertir con CFDs puede parecer complicado pero es mucho más sencillo de lo que parece. Al igual que con el método tradicional, se compran CFDs si se cree que el precio del activo va a subir, y se vender cuando se espera una tendencia bajista.
No obstante, toda operativa conlleva un riesgo, por lo que siempre es recomendable utilizar herramientas que limiten las pérdidas en este tipo de inversiones.
Los comentarios anteriores no constituyen asesoramiento sobre inversiones y por tanto IG Markets no acepta ninguna responsabilidad sobre ningún uso que se pueda hacer de ellos.
Pero ¿qué ocurre cuando el mercado y la economía presentan periodos de crisis o recesión y no se espera que el precio de los activos suba? En estos tiempos también se puede ganar dinero con otros métodos como son las operaciones en corto.
Invertir en corto significa invertir capital sobre un activo cuando se espera que el precio de éste baje. En ese caso se abre la posición vendiendo el activo (digamos las acciones) para comprarlas en el futuro a un precio más bajo. De aquí el inversor obtiene su ganancia.
Actualmente existen una serie de productos financieros que permiten estas operativas como los futuros, los warrants o los CFDs (Contratos por Diferencias). Dentro de estos, son los CFDs los que ofrecen una mayor gama de activos sobre los que invertir: acciones, índices, materias primas, divisas, etc.
El método para invertir con CFDs puede parecer complicado pero es mucho más sencillo de lo que parece. Al igual que con el método tradicional, se compran CFDs si se cree que el precio del activo va a subir, y se vender cuando se espera una tendencia bajista.
No obstante, toda operativa conlleva un riesgo, por lo que siempre es recomendable utilizar herramientas que limiten las pérdidas en este tipo de inversiones.
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