La economía, los negocios y el fútbol tienen una relación estrecha. Términos tales como “ponerse la camiseta” y “echarse el equipo al hombro” son comunes en las oficinas.
De igual manera comentarios tales como “hay que estar donde mejor caliente el sol”, y debemos “profesionalizar el fútbol” son de uso común en el lenguaje de los jugadores y directivos.
La relación va más allá del lenguaje. La billetera está directamente involucrada en esta relación.
En Alemania, hace cuatro años, la FIFA se embolsó $1.800 millones en derechos de transmisión y mercadeo. Para Sudáfrica, solo por concepto de turismo, la nación africana y la FIFA recibirán $1.492 millones en tiquetes y gastos de estadía. Este dinero lo generarán los 373.000 visitantes que viajaron a ver la Copa del Mundo, según datos de la revista The Economist.
Hay algo más que monedas y billetes en este vínculo. La capacidad para mover pasiones, apelar a la atención de las audiencias, generar adhesiones y mover recursos, hacen del fútbol un fenómeno digno de estudio, tanto para las ciencias sociales como para los líderes empresariales.
EF preguntó a cuatro gerentes y dos consultores empresariales sobre su relación entre el fútbol y los negocios.
A la ofensiva
Eduardo Córdoba, gerente general de Gollo, cree que en la venta de línea blanca y otros electrodomésticos, es vital estudiar la cancha.
“El fútbol se parece mucho a la estrategia empresarial. Primero el partido se gana antes de jugar: con preparación y planificación. También hay semejanza en el estudio del terreno de juego, el cual en los negocios representa el entorno competitivo: no es lo mismo un terreno alto, tipo Perú, que uno bajo, cerca de la costa”, dijo el gerente.
Córdoba asegura que su mundial empezó en abril, pues se adelantaron a la competencia en las ofertas y publicidad de sus televisores de pantalla plana.
“Nuestra meta era que los clientes tuvieran un televisor de pantalla plana para la inauguración del Mundial. Los resultados son favorables, hemos triplicado las ventas de televisores de plasma, en relación con el mismo período del año pasado”, dijo.
Tanto Córdoba, como otros empresarios entrevistados, encuentran similitudes entre el fútbol y los negocios en el tipo de liderazgo y de defensa y de ataque, y hasta la necesidad de contar con una buena banca.
Consultores opinan
Álvaro Cedeño, consultor empresarial, cree que las firmas pueden aprender del fútbol carioca.
“Si me dicen Brasil, se me viene a la mente la palabra “solvencia”. En términos financieros eso significa que se puede hacer muchas cosas sin poner en riesgo el partido”, explicó Cedeño.
En cambio, el equipo alemán la resulta muy técnico, con un juego muy pensado.
“Para una estructura organizacional, yo preferiría una al estilo Brasil: una estrategia que se inicia racionalmente pero que se va moldeando de acuerdo con las circunstancias”, explicó.
En términos de mercadeo, Cedeño explicó que las empresas pueden aprender del fútbol la simplicidad de su mensaje.
“El mensaje es muy simple, no hay que hacerle muchas elaboraciones: dos rivales, reglas claras, alguien pierde, alguien gana. Además, está muy ubicado en el tiempo y en el espacio: Sudáfrica es como si fuera Roma para los creyentes”, dijo.
Absorber la presión.
Por su parte, Carlos Aguirre, director de planeamiento estratégico
en Incae, y asesor de Liga Deportiva Alajuelense, dijo que los códigos de camerino son una lección para las empresas.
“En los equipos existe la regla de que lo que se dice en el camerino queda allí, y si existen problemas internos, se resuelven a puerta cerrada. También, está el código de que lo que es con uno es con todos, y se apoyan mutuamente en la cancha. Eso es aplicable en las empresas”, dijo.
Para Aguirre, la primera lección que aprende un jugador que viste la camiseta de un equipo grande es que siempre va a trabajar bajo presión.
“Esto es importante para aprender a controlarse ante los insultos o gritos durante un clásico. En las empresas no hay menor presión: se trabaja, a menudo, con 15.000 clientes”.
El fútbol bien puede ser solo una diversión, pero sin duda también una metáfora para otros temas.
Glosario futbolero
Tarjeta amarilla: Advertencia de que hay algo incorrecto que urge modificar: en ventas quedarse sin inventario, por ejemplo. En las comunicaciones internas de la firma, ruptura de un acuerdo entre compañeros.
Tarjeta roja: En ventas, que boten una promoción porque al día siguiente la competencia sacó un precio más bajo para el mismo producto.
Juego defensivo: Proteger a los clientes leales. En ventas, a veces esperar la movida de los competidores y definir si conviene actuar o no.
Juego ofensivo: Quitarle clientes a la competencia.
Portero: Gerente de la empresa. Todos pueden fallar menos él.
Marca a presión: Encargado de del cumplimiento metas en la compañía.
Fuera de juego: Violentar los acuerdos internos o las reglas escritas de la compañía.
Camiseta 10: Vendedores.
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