La economía japonesa necesita con urgencia una reforma fiscal para enfrentar el elevado déficit presupuestario y la instalada deflación, afirmó hoy el nuevo primer ministro de Japón, Naoto Kan.
Durante su primer discurso político ante la Cámara Baja desde que asumiese el cargo el martes, reiteró la importancia de sanear las finanzas públicas del país para evitar una situación similar a la de la Eurozona.
Kan subrayó que la solución no es aumentar el gasto público, sino impulsar la demanda y crear empleos.
Explicó que el presupuesto nipón es muy deficitario debido a que los ingresos por impuestos son muy inferiores al gasto del Estado.
En marzo la deuda de esa nación asiática superaba los siete billones de euros.
Al respecto, el Banco de Japón reiteró la necesidad de seguir de cerca la evolución de los problemas de deuda en Europa y de los mercados financieros globales.
Indicó que aún no se puede hablar de una economía recuperada en su país, sobre todo porque los signos alentadores se deben al impulso de la demanda externa y a las medidas gubernamentales anticrisis.
Esa entidad financiera pronosticó que la deflación se mantendrá al menos hasta 2012, sobre todo por la debilidad de la demanda doméstica.
El ministro nipón de Comercio, Masayuki Naoshima, advirtió que la situación de la Eurozona afectará la recuperación de Japón si sus principales mercados de exportación en Asia son afectados.
Insistió en la importancia de que el Banco Central mantenga su apoyo mediante una política monetaria adecuada y flexible.
lgo/mfb
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