Mercedes García Bartelt
LA NACION
Telefónica Argentina invertirá 2100 millones de pesos el año próximo, que serán destinados principalmente al desarrollo de infraestructura para banda ancha móvil y fija. La empresa avanzará al mismo tiempo con en el reclamo de frecuencias, el descongelamiento de las tarifas y garantías para el retorno de otras inversiones, además de nuevas estrategias de recorte de gastos. Entre estas últimas, aparece el pedido a los fabricantes de celulares para que sean ellos los importadores de equipos, lo que le evitaría a la empresa pagar el impuesto tecnológico por importación de teléfonos.
Así lo anunció ayer el presidente del grupo Telefónica en la Argentina, Eduardo Caride, en un cóctel para la prensa. El ejecutivo dijo que el desembolso de la compañía previsto para el año próximo representa un 30 por ciento más que el de este año.
"Las inversiones estarán focalizadas en el crecimiento y en la capacidad de Internet móvil y en la penetración de la banda ancha", señaló. Caride reclamó la asignación de nuevas frecuencias para la telefonía móvil, para permitir el desarrollo de servicios de última generación. "Están reservadas las frecuencias de 1.7 y 2.1 megahertz y debemos licitarlas porque el espectro es limitado. Si siguen creciendo así, los servicios será algo indispensable", detalló, tras subrayar que todo el grupo se unificará bajo la marca Movistar en 2011, una estrategia que la empresa ya puso en marcha en otros países de la región.
Caride también deslizó la necesidad de garantizar la rentabilidad de las inversiones. Sostuvo que la compañía quiere tender cable de fibra óptica en la llamada "última milla" al hogar para ampliar el ancho de banda de Internet fija a velocidades superiores, como 100 mega. "Hoy la última milla es de cobre y eso limita la velocidad. Tender en fibra óptica representa un gasto de, al menos, 1000 dólares por abonado, con lo cual necesitamos garantizar un retorno de la inversión", afirmó.
Consultado sobre esas garantías, apuntó a la posibilidad de dar contenidos televisivos (el denominado triple play) y al descongelamiento de las tarifas de telefonía fija. Si bien las telefónicas quedaron excluidas del negocio televisivo en la nueva ley de medios, el directivo dijo que la convergencia era inevitable, y se mostró confiado en que la posibilidad aparecerá tarde o temprano, tras señalar que "el sol no puede taparse con las manos".
"Sabemos esperar", dijo al respecto otro alto ejecutivo de la compañía, quien añadió: "El Gobierno está convencido de la importancia de esto". Sobre las tarifas, se mostró menos expectante: "Hay otros servicios que están en situación más complicada que la nuestra". Además, reiteró que Telefónica se considera acreedor del fondo del Servicio Universal, aunque dijo que la situación no es tal para Movistar, empresa que aporta el 1% de su facturación a ese fondo.
Caride dijo que está negociando con los fabricantes de teléfonos, como Nokia y Motorola, para que ellos se conviertan en los importadores del producto, lo que le evitaría a la empresa pagar el nuevo impuesto tecnológico. "Hoy nosotros traemos los teléfonos y queremos que los proveedores sean los importadores", dijo. Otro ejecutivo agregó que Telefónica también inició negociaciones con los fabricantes de Tierra del Fuego (exentos del impuesto) para traer celulares de la isla.
Comentarios
Publicar un comentario