El Gobierno español y la Comisión Europea se enzarzaron ayer en un insólito cruce de declaraciones motivadas por el retraso de España en comunicar a Bruselas la información referente al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). De esa bolsa, creada el año pasado y dotada con 9.000 millones de euros para financiar el saneamiento del sector bancario, dependen los planes de fusión de varias cajas, algunos ya en marcha y otros en estudio, como en el caso de las gallegas.
A mediodía, el portavoz de Competencia de la Comisión, Jonathan Todd, aseguró en Bruselas que la Comisión aún no había dado el visto bueno al FROB porque España no le había remitido toda la información solicitada. «No se nos puede reprochar no haber aprobado un esquema cuyos detalles no nos han sido notificados todavía», aseguró. Poco después y a escasos metros de allí, en la sede del Consejo de la UE, donde se celebraba la reunión de ministros de Economía de la zona euro, la vicepresidenta Elena Salgado desmentía al portavoz y aseguraba que tanto el Gobierno como el Banco de España habían enviado la comunicación.
Salgado no explicitó cuándo se remitió, algo que tampoco hizo su departamento en una nota de prensa posterior. Según varias fuentes, después se supo que la documentación se había enviado poco después de la advertencia de Todd.
La falta del visto bueno de Bruselas provocó que Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa desconvocaran la semana pasada sus asambleas, en las que estaba previsto dar luz verde a su fusión, la que colocará al frente al ex vicepresidente socialista Narcís Serra. Otras fusiones, como las de Caja Duero y Caja España y la de Caixa Sabadell con las cajas de Manlleu, Terrasa y Girona, también dependen de que la Comisión dé luz verde al uso de dinero público en sus respectivos planes de reestructuración, prejubilaciones y reorganización de plantillas.
Según la comunicación del ministerio, ese fondo de ayuda, aprobado en julio en el Congreso, «servirá para garantizar que las operaciones que tengan lugar en ?el sistema financiero español, y en las que intervenga el FROB, cumplen con ?la normativa europea en materia de competencia, de forma que el proceso de ?autorización comunitaria será mucho más ágil y simple».
Hasta ahora, Bruselas ha aprobado otros dos instrumentos propuestos por España para blindar su sistema financiero contra la crisis, ambos en el 2008: el sistema de garantías, para proporcionar avales públicos a las entidades para obtener liquidez en el sistema interbancario; y el fondo de adquisición de activos para la compra pública de productos financieros.
A mediodía, el portavoz de Competencia de la Comisión, Jonathan Todd, aseguró en Bruselas que la Comisión aún no había dado el visto bueno al FROB porque España no le había remitido toda la información solicitada. «No se nos puede reprochar no haber aprobado un esquema cuyos detalles no nos han sido notificados todavía», aseguró. Poco después y a escasos metros de allí, en la sede del Consejo de la UE, donde se celebraba la reunión de ministros de Economía de la zona euro, la vicepresidenta Elena Salgado desmentía al portavoz y aseguraba que tanto el Gobierno como el Banco de España habían enviado la comunicación.
Salgado no explicitó cuándo se remitió, algo que tampoco hizo su departamento en una nota de prensa posterior. Según varias fuentes, después se supo que la documentación se había enviado poco después de la advertencia de Todd.
La falta del visto bueno de Bruselas provocó que Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa desconvocaran la semana pasada sus asambleas, en las que estaba previsto dar luz verde a su fusión, la que colocará al frente al ex vicepresidente socialista Narcís Serra. Otras fusiones, como las de Caja Duero y Caja España y la de Caixa Sabadell con las cajas de Manlleu, Terrasa y Girona, también dependen de que la Comisión dé luz verde al uso de dinero público en sus respectivos planes de reestructuración, prejubilaciones y reorganización de plantillas.
Según la comunicación del ministerio, ese fondo de ayuda, aprobado en julio en el Congreso, «servirá para garantizar que las operaciones que tengan lugar en ?el sistema financiero español, y en las que intervenga el FROB, cumplen con ?la normativa europea en materia de competencia, de forma que el proceso de ?autorización comunitaria será mucho más ágil y simple».
Hasta ahora, Bruselas ha aprobado otros dos instrumentos propuestos por España para blindar su sistema financiero contra la crisis, ambos en el 2008: el sistema de garantías, para proporcionar avales públicos a las entidades para obtener liquidez en el sistema interbancario; y el fondo de adquisición de activos para la compra pública de productos financieros.
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