Silvia Stang
LA NACION
En un mes en el que volvió a acelerarse la suba del gasto público -fue del 37,3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado-, el Gobierno logró en noviembre, paradójicamente, mostrar un resultado fiscal superavitario entre los ingresos y los egresos del sector público.
La clave fue la contabilización de 4117,7 millones de pesos como ingresos en el ítem de "transferencias corrientes". Si bien el comunicado oficial no explica el origen de esos fondos, analistas consultados por LA NACION coincidieron en que allí se estarían registrando parte de los fondos en derechos especiales de giro (DEG) que la Argentina recibió como miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ese ingreso le permitió al ministro de Economía, Amado Boudou, anunciar un superávit fiscal primario de 2802,1 millones de pesos para el mes pasado y de $ 12.200,6 millones para el período de enero a noviembre de este año. La primera cifra es un 46,1% más elevada que la de noviembre de 2008, y la segunda, un 66,2% inferior a la de igual período del año pasado.
De no haberse registrado aquella transferencia por fuera de los recursos impositivos, se habría dado un déficit primario para noviembre de $ 1313,4 millones.
Según las planillas difundidas por el Palacio de Hacienda, el resultado del mes fue fruto de que se contabilizaran ingresos por $ 24.055,40 millones y un gasto primario de $ 21.253,30 millones. Los ingresos corrientes totales tuvieron un incremento del 40,1% en términos interanuales, aunque si se observa qué pasó al margen de las mencionadas transferencias, la evolución fue inferior: del 17 por ciento.
La inclusión en las cuentas de los aportes del FMI -si es que así efectivamente ocurrió- le permitirá al Gobierno mostrar números más positivos este año.
"Hay que tener en cuenta que en diciembre hay más gastos por el pago del aguinaldo, el plus para los jubilados, las mayores transferencias a las provincias y el inicio del pago de la asignación por hijo", recordó Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica. El economista consideró que si las transferencias contabilizadas son los DEG del FMI, eso no sería algo incorrecto, "porque el gobierno nacional es miembro del Fondo", aunque agregó que se trata de un ingreso transitorio y que la realidad es que desapareció el superávit primario, una situación agravada para el país por la falta de acceso a los mercados de crédito.
Los aportes del Fondo fueron por 2500 millones de dólares, por lo que aún restarían otros 1500 millones que podrían contabilizarse en diciembre, lo que atenuaría el resultado de las cuentas fiscales registrado para todo el año.
La economista Marina Dal Poggeto, del estudio Bein, recordó que los derechos del FMI son un préstamo que no debe devolverse, a menos que el país se retire como socio del organismo internacional. Y agregó que el mes pasado, cuando el Gobierno decidió una suba del gasto presupuestado por $ 25.000 millones, ya había considerado la asignación de esos recursos para el fisco.
El informe presentado ayer por el Ministerio de Economía muestra también que, tras el pago de los intereses de deuda, en noviembre hubo un superávit financiero de $ 2325,6 millones.
El anuncio de que se había obtenido un superávit fue anticipado ayer al mediodía por la presidenta Cristina Kirchner. Al atardecer, el dato fue informado por Boudou, quien estuvo acompañado por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo. Un comunicado de Economía destacó que hubo "mayores ingresos en contribuciones a la seguridad social, ganancias y en el impuesto al valor agregado", pero no se hizo referencia al millonario ingreso contabilizado por fuera de los recursos de esos orígenes. Las "transferencias corrientes", en rigor, fueron equivalentes a casi la mitad del monto de recursos tributarios.
El comunicado también destaca que entre las erogaciones hubo un aumento en las correspondientes a pagos de la seguridad social y transferencias a provincias "para la realización de obra pública e infraestructura básica, financiadas con la afectación de los derechos de exportación de la soja".
Un informe de Econométrica difundido ayer -en el que se analiza la decisión oficial de crear un fondo con reservas del Banco Central para el pago de deuda- advierte que "financiar gasto corriente con stock [y no con recaudación corriente] es solución de corto plazo que no ataca el problema de fondo", al que define como "un Estado deficitario".
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