Me burlé de este texto en la revista Vértigo hace un par de meses, pero este cuentito infinitamente estúpido continúa llegándome, como si de veras fuera la clave de la salvación económica. Esta terquedad en la idiotez es perfectamente congruente con la mentalidad keynesiana (ergo incurablemente mongólica) que es el sello de estos tiempos malhadados gracias a esa maldición bíblica llamada “economistas”.
FÁBULA
Dice el cuentito de marras: “Es tan increíblemente tonto que es perfectamente lógico que la crean muchos doctorados en economía, incluyendo a algunos premios Nobel: “Es agosto, una pequeña ciudad de costa en plena temporada. Cae una lluvia torrencial desde hace varios días. La ciudad parece desierta. Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones. El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar su deuda con el carnicero. Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
Éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales. El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga (en tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito).
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado. En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza. Moraleja: si el dinero circula, se acaba la crisis.”
¡OH, DIOSES DEL OLIMPO!
Mi comentario seguramente es el mismo tuyo: el autor de esta falacia de veras cree que sus eventuales lectores son idiotas.
Para empezar, las cosas no ocurren así en la vida real. En la vida real, lo más probable es que el hotelero se haya gastado esos 100 euros en comprar comida para su familia, no en pagar deudas. Eso cancela toda la secuela subsiguiente.
Y cuando ese ruso forrado siempre no se queda en el hotel y recoge sus 100 euros, el hotelero queda ensartado pues pagó al carnicero con un dinero que en realidad nunca tuvo, y ahora tendrá que recurrir a alguna forma de cubrir ese hueco por 100 euros en sus finanzas personales. El carnicero, el porcicultor, el piensero y la prostituta se dieron un respiro financiero, es cierto, pero no fue de gratis sino a costa del hotelero, que ahora está cien euros más hundido que antes.
El pensamiento mágico (y estúpido, hay que decirlo) implícito en esta historietita babosa del ruso forrado, es en el que dicen creer todos los vivillos bancos centrales del mundo, que hoy están sacando dinero de la nada, a carretadas, mediante esa conducta criminal eufemísticamente llamada “alivio cuantitativo” (quantitative easing: invención pura y pelona de “dinero” inexistente; impresión bananera de bilimbiques para financiar con aire sus bolsillos) dizque para “desatorar el flujo del crédito”, prestándolo a tasas inferiores a las de inflación de precios.
¡Como si los problemas macroeconómicos fueran siempre sólo de obstáculos en la tubería (que ellos llaman “de liquidez”), y nunca de surtido inicial de agua (que es el problema real y se llama “de solvencia”)! Como si de veras fuera verdad esa increíble gansada de que “si el dinero circula se acaba la crisis” (pregúntale al hotelero, que quedó ensartado).
Como si de veras las deudas no tuvieran que pagarse nunca.
Como si de veras el dinero (abstracción financiera) fuera lo mismo que la riqueza (realidad cósmica).
Como si de veras toda corrección económica pudiera “resolverse” para siempre simplemente inyectándole “dinero” fiat sacado de la nada.
Como si de veras el camino para salir de la pobreza pasara obligatoriamente por los bancos.
Como si… Pero no insultaré tu inteligencia, queridolector, continuando con esta cirugía de obviedades.
FNTE.
CRISOLpLURAL
Comentarios
Publicar un comentario